jueves, 22 de abril de 2010

En esta guerra no hay neutrales

No puede haber daños colaterales en la guerra contra el narcotráfico. Esta frase tiene dos significados diferentes, igualmente válidos:
1) Por supuesto que cada muerte de inocentes en la guerra contra el narcotráfico es inaceptable, condenable y debe perseguirse, con resultados especialmente concretos si el perpetrador es la autoridad. Por ejemplo, procesando a los soldados que acribillan familias en retenes.
2) El gobierno no debe permitirse el arrinconamiento por parte de los medios con respecto de que las muertes de inocentes, especialmente las perpetradas por el crimen organizado, deben llamarse daños colaterales. Por ejemplo, el asesinato de niños por parte de criminales en Durango, no es un daño colateral, es un daño contra la sociedad en su conjunto, incluyendo al gobierno.
Es decir, el gobierno mexicano no puede permitirse no contrarrestar la idea de que la sociedad civil es un testigo mudo o neutro en la guerra contra el narcotráfico. Ser neutro en una guerra contra el narcotráfico debe equipararse, en el terreno de las ideas, con la deslealtad al país.
El contexto en el que se inserta esta “guerra” es en el del terrorismo. El narcotráfico crecido a niveles de pestilencia en nuestra sociedad, iniciador y por años único protagonista de las matanzas de los últimos 10 años, debe ubicarse en su justo lugar: Como el antagonista en una guerra contra el país, llámese gobierno o sociedad civil.
Mientras más pronto esta idea sea aceptada por la sociedad, habrá menos voces absurdas pidiendo que el gobierno detenga una guerra que para principio de cuentas no comenzó, pero no puede darse el lujo de ignorar.

lunes, 19 de abril de 2010

A María Cristina y Ángel

El mundo era más fácil con ustedes
Pero más allá de lo obvio,
Protección, cariño, entereza
Es que realmente lo era
Estaba lleno de personas
Decentes, honestas, buenas
Era lo normal, así eran ustedes
Hoy que nadie lo es
Que el cáncer ha cundido
No queda sino mantenerse
Tratar de que regrese
Mientras extrañas ese mundo
Los extraño a ustedes

Maciel, el origen

A veces un sólo hombre es capaz de levantar un gran imperio, a veces es capaz de causar una destrucción sin precedentes. Frecuentemente ambas. La penosa historia de un hombre que ha puesto de rodillas a la iglesia católica, recopilada con gran rigor periodístico.

http://semanal.milenio.com/node/2216

domingo, 18 de abril de 2010

Los 5,000 de Felipe


Como está actualmente el Renaut no debe servir para mucho, y sí puede ser fuente de una gran cantidad de problemas, como ya lo han señalado legisladores con tanta lucidez.



Hecho: Se cuentan alrededor de 83.5 millones de celulares; de ellos faltan por registrar 24 millones, pues a la fecha de corte se contabilizaron 59 millones 329 mil 372 aparatos. De éstos, 5,200 se registraron a nombre del presidente Felipe Calderón.
Aparte de evidenciar la falta de originalidad de los bromistas, el detalle desnuda la fragilidad del registro. No hay manera de comprobar la veracidad de la información. El sistema no está cruzando los datos aportados con base alguna, es un simple receptor.
Por supuesto, lo primero que provoca esta circunstancia es eliminar la validez legal del registro en el sistema judicial. Si una grabación “magnetofónica”, como dicen en la jerga legal, casi nunca es admitida como evidencia, menos lo serán los datos del Renaut.
¿Podrá ser usado el registro en investigaciones policiacas? Es probable, con todos los desaciertos y abusos que ello pueda ocasionar por parte de nuestra valiente policía, que puede llegar a pretender que no existe la posibilidad de robo de identidad en este registro. Por cierto, este listado tampoco le permite comprobar de alguna manera que usted no es dueño del número que se le pretenda imputar en dado caso.
Lo de menos son los 24 millones de números pendientes. No sería nada sorprendente que en este proceso puedan desaparecer efectivamente 5 o 6 millones de líneas, contratadas y luego olvidadas de muy diversas formas, debido a la facilidad que otorga para ello el sistema de prepago. Estas líneas que quedan “frías” se reciclan al cabo de cierto tiempo, pero habrá que adivinar cuántas están en ese proceso ahora mismo, y por lo tanto quedarán fuera del Renaut.
De verdadera importancia será de qué manera se comprobarán los datos de este registro para que pueda servir de algo, anticipando que, no importa el método, llevará mucho más tiempo que este primer paso.
Por cierto, antes de rasgarnos las vestiduras por cuestiones de protección a la privacidad, revise el sitio www.cellphoneregistry.com, una página estadounidense que le puede informar en línea y de forma abierta quién aparece como titular de tal o cual número. Sin tanto brinco.

lunes, 12 de abril de 2010

Condenados al futbol





Cada vez falta menos para el Mundial, y todo será futbol. Me pregunto si a alguien, que no sean los partidos políticos, le importarán las 15 elecciones locales disputándose al mismo tiempo que el torneo, en sitios tan clave como Oaxaca, Puebla, Veracruz, Chihuahua y Sinaloa.

No importará absolutamente nada más. Así lo han promovido nuestras cadenas nacionales de televisión que se dedicaron a promover y cubrir el Mundial un año antes de empezado. ¡Un año!

Se trata de horas de tiempo aire y miles de promocionales difundidos en por lo menos seis cadenas nacionales o multiestatales. Igualmente, de importantes gastos de producción, con un equipo instalado ahí desde hace 12 meses. Es en resumen una campaña publicitaria que compite fácilmente con las más importantes campañas de productos de consumo.

Tanto ruido, tanta inversión. ¿Qué objetivos pretende en el negocio de la televisión? ¿Es eficiente en el estricto sentido de costos contra ganancias? ¿Cuántos millones de mexicanos MÁS, verán atentamente este Mundial debido a la cobertura y promoción? ¿Cuántos millones CAMBIARÁN su decisión de seguir el torneo a través Televisa o TV Azteca, de forma que el esfuerzo tenga efecto en términos de rating contra la competencia? ¿Existen objetivos concretos al respecto, como lo reclamaría cualquier campaña de publicidad decente?

Los programas de precobertura ¿generan buenos ingresos adicionales a las televisoras? Debe ser factible convencer a algún anunciante de patrocinar tal operación, de ello no cabe duda. ¿Valió MÁS la pena que patrocinar otros proyectos?

Televisa y TV Azteca se pasan un año predicándole a los creyentes, vendiéndole chiles a Clemente Jaques, convenciendo a los conversos. El objetivo es ganar lo más posible de un pastel que Ixe calcula en $900 millones de dólares.

Según cálculos de las propias cadenas, el Mundial les incrementará entre 4 y 5% las ventas de 2010. A finales del tercer trimestre, y según lo declarado a los analistas bursátiles, TV Azteca llevaba $4,605 millones de pesos recolectados en anticipos de publicidad, mientras que Televisa reportaba $17,810 millones de pesos.

El negocio será excelente, a lo que vuelve la pregunta ¿por qué tanta promoción? La respuesta quizá no está en el negocio del Mundial, y del futbol en general. Nos estamos topando ante una decisión de contenidos que claramente está volviendo monotemática la transmisión deportiva de los medios en México.

Las altas direcciones de la televisora han decretado que más allá del futbol sólo está la nada, y por eso la necesidad de “rellenar” todos los espacios con la promoción del Mundial.

La industria es por definición adversaria del silencio, así que cada segundo que la pone en riesgo de dejar de mandar algún mensaje lo está rellenando con promocionales innecesarios.

Pero hay tanto riesgo de silencio porque así lo decidieron. Ambas empresas han relegado a prácticamente cualquier otro deporte a lo mínimo posible. La cobertura del beisbol, del futbol americano, del basquetbol, consiste a lo mucho en dos o tres partidos a la semana cuando hay temporada. El desdén es completo: las noticias sobre jugadores, equipos, resultados, han quedado arrinconadas a 15 segundos en el noticiero de deportes.

Por ahí, en nichos reservados, quizá sobreviva el box, y esa actividad que se ha insistido tercamente en llamar deporte, que es la lucha libre.

Pero si los grandes paquetes del deporte estadounidense tienen algo de eco aún, el desdén por todos los demás deportes es absoluto. El colmo es que a plena vista de todos nosotros las Olimpiadas de Invierno simplemente no existieron para ambas cadenas. Tuvo que entrar al quite el gubernamental Canal 22, para que el escaso público interesado o con acceso a esta señal conociera del patinaje artístico, el hockey y demás deportes.

Las Olimpiadas de Invierno no merecieron ni un segundo en los noticieros, ni una escena de resumen, ni un solo corresponsal, ni una cámara por parte de unas televisoras obsesionadas o indigestadas con el futbol.

Las televisoras están creando sus propios grandes espacios de silencio, sus propias zonas en blanco, o de plena oscuridad, y sólo los pueden rellenar con futbol.

El problema es que están sembrando ese mismo silencio en la población mexicana, con tan pobre cultura deportiva en general. La importancia de los medios de comunicación, se ve aquí con toda transparencia, no sólo radica en lo que dicen o cómo lo dicen, sino en todo lo que callan, en lo que condenan a la inexistencia mediática.

No están cumpliendo con su misión de difusión, están favoreciendo una gran monomanía que por definición empobrece.

Nos están condenando a todos al futbol.

Paulette, una falta de respeto

En materia de procuración de justicia, el H. Congreso de la Unión, tanto Diputados como Senadores, se ha convertido en un increíblemente molesto backsit driver, y en un verdadero dolor en el trasero para la policía y los poderes ejecutivos federal y locales. Me atrevo a pensar que a buena parte del público pensante le molesta de la misma forma.

El caso Paulette
No ahondo en lo que ya sabemos hasta la saciedad y los posibles errores o concesiones de la Procuraduría del Estado de México. Pero el pronunciamiento de los Senadores de la República exhortando a solucionar el caso queda completamente fuera de lugar, y sí demuestra el oportunismo e interés de obtener réditos electorales.

Por famoso que sea, se trata de un posible crimen del fuero común, tristemente en contra de una criatura indefensa, pero que desde el principio difícilmente pudo confundirse con un acto del crimen organizado.

Si bien en lo personal cualquier podría compadecerse de una niña que conoció todo México, un punto de acuerdo en el Senado resulta injusto para todos los miles de casos de violencia intrafamiliar, desapariciones, asesinatos y ya francamente secuestros o ejecuciones que afectan a niños en México.

Pero el suceso se repitió en el Congreso Local del Estado de México, en donde los legisladores aprovecharon para exigir la renuncia del Procurador de Justicia y… ¡guardaron un minuto de silencio!

El mensaje es: Si usted tiene suficiente dinero y/o habilidad mercadotécnica para poner el rostro de su ser querido en espectaculares, supermercados y redes sociales, los legisladores mexicanos no dudarán en ofrecerle un homenaje de héroe nacional y de clamar justicia al mismo nivel que se ha dado al caso de las matanzas en Ciudad Juárez o la tragedia de Hermosillo.

Y no dudarán en aprovechar el tiempo legislativo para perder el tiempo haciendo un trabajo que no es el suyo, y que sólo siembra más resentimiento en la población que no tiene acceso a los medios, y tiene que contentarse con la miseria de justicia que le dan.

Por último, adivine porqué el procurador Bazbaz podría ser el segundo muerto en el caso Paulette: ¡No ha habido mejor oportunidad de golpear al Peña Nieto! No la perdió Manlio Fabio en el Senado, no la perdió la oposición el PAN y PRD en el estado de México.

Legisladores viendo para su Santo, es todo.